¿Puede mi empleador despedirme después de una lesión de compensación laboral?

Respuesta: Eso depende.

No es raro que la relación entre un empleador y un empleado lesionado se vuelva amarga después de una lesión o enfermedad en el lugar de trabajo. Sorprendentemente, solo hay un puñado de razones por las que un empleador no puede despedir a un empleado después de una lesión o enfermedad relacionada con el trabajo. La mayoría de estos tienen que ver con las protecciones federales bajo el Título 7 de la Ley de Derechos Civiles, tales como: raza, color, religión, sexo u origen nacional. La Ley de Estadounidenses con Discapacidades de 1990 exige que algunas empresas grandes mantengan su trabajo en espera después de una lesión o enfermedad durante un cierto período de tiempo. Además, la ley de Texas prohíbe que un empleador tome represalias de cualquier manera contra un empleado por perseguir su o sus derechos (como buscar asesoría legal o presentar un reclamo de compensación para trabajadores).

Cuando un empleador no debería despedirte

Los empleadores generalmente tienen prohibido discriminar (o tomar represalias) contra un empleado que:

• hizo un reclamo de compensación para trabajadores de buena fe
• consultó o contrató a un abogado para representar al empleado en un reclamo
• presentó un reclamo de compensación para trabajadores contra la compañía de seguros del empleador, o
• ha testificado (o está planeando testificar) en un procedimiento administrativo con respecto a un reclamo de compensación para trabajadores.

Aparte de las prohibiciones anteriores, no hay nada en la ley de Texas que prohíba a un empleador despedirlo después de una lesión o enfermedad en el lugar de trabajo, siempre que su despido no se base en represalias por hablar con un abogado, buscar atención médica o solicitar beneficios como provisto por la ley. Eso significa, sin embargo, que un empleador tiene absoluta libertad para despedirlo por otras razones que no sean represalias.

Los tribunales de Texas han sostenido que un empleador tiene derecho a rescindir el empleo de cualquier empleado que no sea físicamente capaz de realizar las tareas laborales normales del puesto para el que fue contratado. No es sorprendente que muchos empleadores (especialmente las pequeñas y medianas empresas) a menudo despidan a los trabajadores lesionados para encontrar empleados de reemplazo saludables que no estén limitados por problemas de salud.